martes, 12 de septiembre de 2017

Día de entrenamiento

¿Qué necesitan l@s niñ@s para sacarle el mayor provecho a un entrenamiento?  Aquí van unas cuantas recomendaciones, aunque cada cual ha de ver lo que le funciona mejor según sus circunstancias.

La ropa


Bastan simplemente un pantalón de deporte y una camiseta cualesquiera. La ropa que sea específica de rugby siempre será más adecuada, por resistente, pero no es necesaria. Eso sí, si usan una camiseta típica de algodón sería preferible que no le tuvieran mucho cariño, porque suele haber agarrones que pueden dejarla para trapos.
En nuestro club le dan a cada niñ@ una camiseta "técnica", sintética, al darse de alta. Es una buena opción, ¡pero hay que recordar tenerla en condiciones para los días de partido!

Las protecciones


En el rugby, por razones obvias, no se permite que sean rígidas. Hay dos protecciones básicas: el bucal y el "casco" acolchado, o chichonera


Ejemplo de protector bucal

El primero es de plástico y se coloca en los dientes superiores. Los hay que también protegen los de abajo, pero los desaconsejo totalmente para niñ@s. Antes de usarlo hay que tenerlo en agua muy caliente para que se ablande, ponérselo y apretar (más de lo que suelen hacer) para darle la forma de los dientes (1).


Ejemplo de casco

Si alguien tiene y trae estas protecciones debería llevarlas puestas durante TODO el entrenamiento. Por tres motivos: 
- Si tienen protecciones porque temen (o sus padres) que se lleven golpes, hay que saber que estos se los pueden llevar en cualquier momento, aunque no se estén practicando ejercicios de contacto (2).
- Se acostumbran a jugar con ellas puestas, ya que en los partidos no estarán quitándoselas y poníéndoselas. Especialmente con los bucales. Más aún al ver que la mayoría no consigue amoldárselo para llevarlo bien ceñido a la dentadura y la respiración por la boca se hace más dificultosa.
- Para no perder tiempo: si todos llevan las protecciones encima desde el principio, luego no habrá interrupciones por jugador@s que se acercan a su mochila a buscarlas. Ahora el bucal... Ahora el casco... Y además, cada cual cuando lo cree oportuno o cae en la cuenta. Puede parecer una tontería, pero este goteo rompe toda la dinámica del entreno.

El bucal es la única protección que yo haría obligatoria. No solo protege los dientes para que no se rompan con un golpe, sino que también absorbe impactos en la mandíbula. De esos que te dejan varios días abriendo y cerrando la boca.
Lo suyo es llevarlo, si no los están usando, metidos en la media. Esto quiere decir que allá donde se cambien (en casa, en el vestuario, en el coche) hay que dejar ya la cajita del bucal en la mochila y ponérselo en la media. A parte de ahorrar tiempo, evitará que se pierda la caja, ya que cada semana aparece alguna en el campo después de entrenar.

Se me plantea un gran dilema: si decimos que el bucal ha de ser obligatorio, ¿qué hacemos con l@s niñ@s que no lo tienen? En cada entreno hay algún/a jugador/a a quien se le ha olvidado traerlo y dejar que jueguen a rugby sin protegerse la boca es bastante temerario. Pero, por otra parte, ¿es buena idea dejar a un/a niñ@ sin rugby después de haberse desplazado hasta el campo de entrenamiento, cuando es posible que ni siquiera haya sido culpa suya? Nunca ha pasado nada, pero... ¿y cuando pase?
Espero que tengamos este debate entre entrenador@s y p/madres y lo resolvamos satisfactoriamente, aunque sea decidiendo una cosa distinta para cada niñ@ en función de lo que sus padres indiquen.

En cuanto a protecciones también está la "hombrera" o "coraza", con zonas acolchadas para proteger hombros, costados y demás. Habrá chic@s a quienes les asfixiará llevarlo, a otr@s no tanto. Creo que no es tan habitual a estas edades, y tampoco hay golpes tan duros, pero es una protección más que les puede dar confianza (3).

Un tipo de hombreras

Las botas


Como ya sabéis, para jugar a rugby en el césped se necesitan botas de tacos. Y aquí viene el lío.
Podemos diferenciar entre varios tipos de tacos, en función del tamaño, del material con el que están hechos (plástico o metal), si son fijos o intercambiable s(estos se pueden "desatornillar" y sacar), o incluso si son redondos o poligonales. 
Como guía general, y siempre según mi opinión, a estas edades no necesitan tacos muy largos, ni intercambiables, ni de metal. De hecho, en la escuela vetaría estos últimos, al menos en los entrenamientos, por que pueden ser un peligro para l@s compañer@s (4)
Los tacos intercambiables también los desaconsejo, porque seguramente son demasiado largos para ellos; porque los tacos de metal no son necesarios; y porque están creciendo y no les va a dar tiempo a desgastar los tacos de sus botas. 

Así pues, lo mejor es que usen botas que llamaremos "multitaco", en las que los tacos forman parte de la suela. Entre ellas se pueden elegir con distintos tamaños de tacos, en función de las tareas en el campo de juego de cada cual.


Varios ejemplos de lo que llamo (¿mal?) "multitaco" sacados del catálogo de Decathlon.

En fútbol también se utilizan estos tipos de tacos, así que, si ya tenéis botas de fútbol en casa, os valen perfectamente. O si no encontráis las que queréis en la sección de rugby, podéis dirigiros a la de fútbol, que seguro que habrá más variedad. 

Dicho esto, añadiré que es muy satisfactorio que un jugador se fije en los pequeños detalles que cree que le proporcionan alguna ventaja o un rendimiento extra, por mínimos que sean. Esto se puede aplicar, por ejemplo, a lo que se come antes de un partido, a los vendajes que se hace uno mismo o, por qué no, al tipo de bota que usa. Así pues, aunque aquí he dejado (algo más que) sugerencias a tener en cuenta, finalmente será la propia experiencia del/la jugador/a la que le indique cuáles son las botas y los tacos que mejor le rinden.


Estos tacos los vetaremos en los entrenos y solo los vería justificados en partidos con barro
para jugadores que peleen duro en los rucks y en los mauls.

Una advertencia final: es mejor usar un poco las botas nuevas antes de llevarlas por primera vez a un entrenamiento, para que el pie se haga a ellas. Y, sobre todo, NUNCA habría que estrenar botas nuevas un día de partido, porque puede arruinarse completamente la jornada.

¡Y recordad que en la playa se entrena descalz@!

** Actualización: no sé bien si ya era así cuando se escribió esta entrada hace cuatro años, pero las botas de tacos intercambiables están prohibidas ahora en la escuela, así que solo se permiten las multitacos.

El agua y el abrigo


Superimportante. Cada niñ@ debe traer al entreno de rugby su botella de agua. Y cuanto más cerca estemos de fechas veraniegas, más grande debe ser la botella.
Aunque en un equipo se comparte, y nadie se quedará sin agua aunque no la haya traído, no pueden acostumbrarse a que esa sea la norma, porque es insolidario, porque hay que responsabilizarse y porque a veces la cantidad disponible de agua es bastante limitada.

Asimismo, es necesario que l@s chaval@s se traigan alguna prenda de abrigo para taparse inmediatamente después de terminar el ejercicio físico. Suficientes resfriados cogen ya como para andar jugándosela en las noches frescas y húmedas.

A menudo hay jugador@s que no van a beber agua o a taparse cuando toca, aduciendo que no tienen sed o frío. Han de aprender que no hay que esperar a tener sed para beber ni a tener frío para taparse. En el momento en que se notan esos síntomas es porque el cuerpo lleva un rato necesitándolo.
En el caso del agua, l@s entrenador@s intentamos que no pase mucho tiempo entre ingestas  durante el entrenamiento. Pero cada cual puede ponerse la chaqueta nada más terminar, sin necesidad de que se lo manden (5).

La ducha


Nos gustaría poner algo más de empeño en la normalización de hábitos saludables entre nuestr@s jugador@s, lo cual incluye la sana costumbre ducharse después de entrenar. A tal efecto, deberían traer en su bolsa de deporte: toalla, jabón/champú, chanclas (si las necesitan) y ropa de recambio.
Es posible que para muchas familias sea más cómodo que se duchen una vez lleguen a casa, en cuyo caso, obviamente, no necesitarán estos bártulos. En todo caso, ahí va la perogrullada: es necesario que se duchen tras la práctica deportiva.

Y sobre todo, compromiso y puntualidad


Lo último que voy a decir sobre cómo prepararse para un entrenamiento es, quizás, lo más importante de todo. El compromiso supone asistir a todos los entrenos posibles y, además, asistir con ganas de esforzarse y mejorar. Sabemos que hay muchas causas que pueden privar a l@s jugador@s de acudir a entrenar, pero también sabemos que entre esas causas las hay más y menos justificadas. Ya me entendéis.

La puntualidad evita que haya que estar activando a l@s niñ@s según van llegando o que haya que explicarles de nuevo lo que ya se ha explicado al resto. Entre otras cosas. Además, puede que a algún entrenador le dé por alargar un poco el entreno para compensar el retraso a la hora de comenzar. Ya me entendéis también ;-)


En general, puede que encontréis cierta "obsesión" por las pérdidas de tiempo. La tengo. La concentración, la implicación, son factores clave para que mejoren a lo largo de la temporada. Pero la capacidad de distracción que tiene la chavalería es pasmosa y volverles a centrar en la tarea consume mucho tiempo y energías que se sustraen de la práctica efectiva del rugby.
Cualquier pequeña ayuda para evitar que su mente vuele a otro lugar es importante. Y solo con unas pocas simples medidas en este sentido estaremos aprovechando mucho más las sesiones de entrenamiento (6).



(1) De verdad, hay que aplicarse más a la hora de darle forma al bucal. El agua muy, muy caliente. Morder bien el plástico, sin agujerearlo. Apretarlo para que se ciñan bien a los dientes por delante y por detrás y también a las encías e incluso al inicio del paladar. Deberían ser capaces de hablar "bien" con él puesto sin que se les mueva. Insisto: apretar.


(2) Aunque mi sonrisa sigue siendo tan radiante como siempre, alguien habrá notado que tengo mellados los dos incisivos centrales. En el caso de uno de ellos fue por no llevar el bucal durante un ejercicio en el que supuestamente no había contacto. 
Curiosamente, poco después, al comenzar un entreno universitario quise aconsejar que llevaran el bucal en todo momento. Uno de los chavales me hizo un comentario sobre lo innecesario que era para calentar dando vueltas al campo. Acto seguido se giró... para darse con la boca contra el hombro de un compañero. No tengo claro si aprendió algo ese día.

(3) Y aún hay, por lo menos, otra: las espinilleras acolchadas. Por favor, no corráis a comprarlas, que no son necesarias. Antes las propias medias de rubgy del Decathlon incorporaban un acolchamiento en la parte de la espinilla. Cualquiera que lea esto podrá decir si han vuelto a hacerlas así.
Los pantalones con protecciones acolchadas (como los que usan los porteros, si no me equivoco) no están permitidos en el rugby.
Existen también mitones (guantes sin la punta de los dedos) para la práctica del rugby, aunque no son protecciones, sino que sirven para que no resbale el balón en las manos gracias a su superficie rugosa. En mi opinión llevarlos es un muy mal hábito para l@s jugador@s, porque deben aprender a manejar los balones con sus manos y no depender de esto. Además, creo que hace visible al falta de confianza del/a jugador/a que los lleva, con lo que aumenta la de su rival.

(4) Simplificándolo mucho: el taco corto y de plástico sería para jugadores ligeros y ágiles, mientras que tacos más largos y de metal serían los que usan los jugadores más pesados, no tan móviles. El taco de metal está especialmente indicado cuando el campo está mojado o embarrado.

Esta distinción se debe a que los delanteros (que son los jugadores más pesados) los necesitan para empujar la melé y otros lances del juego. Sin embargo, en el rugby de escuela la melé no se empuja y no hay jugadores con funciones concretas de delantera.
Además, en los campos de césped artificial no se suele permitir el uso de tacos de metal.

(5) Casualmente, l@s niñ@s que dicen no tener sed/frío suelen ser l@s que se han olvidado la botella/chaqueta en casa. Casualmente, digo ;-)

(6) Como se trata de temas especialmente importantes, los abordaré más extensamente en una futuras entradas.