jueves, 31 de agosto de 2017

Guía para entender un partido de sub-12 (I) *

Oigo de much@s madres y padres comentarios sobre lo poco que (creen que) saben del rugby en general y de sus reglas de juego en particular. Y es un tipo de comentario que siempre me produce tristeza.
Es verdad que se trata de un deporte con el que se está poco familiarizad@, porque apenas sale en la tele o en la prensa (1), pero también es cierto que no dedicamos mucho tiempo a explicárselo. Pero, eh, sabéis que os resolvemos las dudas que nos planteáis, ¡así que no seáis tímid@s! =)

En fin, vuestras oraciones han sido escuchadas y aquí os ayudamos un poco a entender lo que ocurre en el campo cuando vuestr@s hij@s juegan al deporte de sus amores y para que, con ello, podáis disfrutarlo aún más.

La competición


No la hay. Se celebran trobadas (2), en las que se reúnen varias escuelas para jugar partidos amistosos. El rugby a estas edades es solo formativo. Nadie se lleva un trofeo. A menudo ni se lleva la cuenta del marcador. Si se suceden las marcas de uno y otro equipo a mí me cuesta saber con certeza si hemos ganado, empatado o perdido. 

A partir de esta temporada las trobadas (supuestamente) van a reunir a más clubes para asegurar más minutos de juego a los equipos. Esto se hace, en gran parte, para que merezca más la pena un desplazamiento largo, porque no es raro que algún club "se borre" cuando le toca jugar lejos (podemos contar unas cuantas de esas sufridas en Tarragona). Además, así, si un club no comparece la trobada seguirá contando con varios más con los que jugar.

También se van a programar cuatro jornadas de trobadas por categorías. Es decir, en las que solo participen (muchos) equipos de una sola categoría. Así, el mismo día habría una "sede" para la trobada de sub-12, otra para la de sub-10 y otra para la de sub-8 y sub-6. Está por ver cómo se gestiona (3).

Los puntos


Siempre habrá madres y padres novat@s, así que empezaré por explicar que en rugby los puntos se consiguen llevando el balón y plantándolo en la franja que hay en el extremo contrario del campo (denominada 'zona de marca' o 'in-goal'). A esto se le llama 'ensayo' o 'marca' (o 'try' los anglófonos y argentinos) y normalmente suma 5 puntos en el marcador, pero en los encuentros de escuelas, donde no hay otra forma de anotarse tantos, suelen contarse simplemente como marcas ("tres marcas a una", por ejemplo).

En categorías superiores hacer una marca te da la opción de hacer un chute a palos que, en caso de 'transformarlo' otorga dos puntos más (4).

El terreno de juego


A partir de esta temporada, en que comienza a aplicarse en Cataluña el reglamento del Rugby Gradual, el terreno de juego de sub-12 debería medir entre 55 y 60 metros de largo y entre 40 y 45 de ancho. Se pretende que haya un ratio de entre 3'5 y 4 metros de ancho por jugador.
Los espacios de juego de la escuela suelen delimitarse usando conos (5), parcelando un campo grande (de rugby "adulto") en varios minicampos para las diversas categorías. Para hacerse una idea, las dimensiones del terreno de juego de sub-12 vienen a equivaler a medio campo grande (o también a medio campo de fútbol)

La intención de la Federació era ampliar ese ratio para favorecer las habilidades de evasión y evitar que haya tantos agrupamientos de jugadores (6). 
Veremos lo que se acaba decidiendo, pero comprobaréis que la norma sobre el tamaño del terreno de juego no es algo que se lleve muy a rajatabla en los campos de rugby catalanes, ya que la disponibilidad de terreno impone algunas limitaciones a la hora de hacer el 'tetris' de los campos de juego para todas las categorías.

L@s jugador@s


Un equipo de sub-12 tiene 11 niñ@s jugando en el campo y las sustituciones son ilimitadas, lo que significa que l@s jugador@s pueden ser sustituidos y después volver a entrar en el juego. Se promueve que tod@s tengan la máxima participación posible en el partido.
Lo habitual en nuestro equipo es que de inicio jueguen quienes han ido a más entrenos, aunque se ha de ponderar también el esfuerzo que cada un@ le pone en las prácticas en las que participa.
También es muy importante la actitud. Más de una vez alguien que estaba previsto que saliera de titular al final ha sido suplente a causa de su mala actitud durante la "concentración" previa del partido.

Pero en alguna ocasión hemos jugado con menos jugador@s que el rival a propósito. Esto ha sucedido por dos posibles razones.
La primera es que tuviéramos la cantidad justa de jugador@s, pero algun@ presentara una actitud pésima en el campo (y digo actitud). En ese caso puede ser que le saque del campo unos minutos para que vean que en el rugby si no te esfuerzas es mejor que no juegues (y digo esforzarse, no digo ser el mejor jugador). Obviamente, sé lo que se le puede pedir a cada jugador y lo que no, y ellos también lo saben y por eso aceptan la decisión.
La segunda razón es que el otro equipo alinee, sin darse cuenta, a más jugador@s de los permitidos y decidamos no decir nada para que nuestr@s chic@s tengan que esforzarse más. Cuando llega el descanso es cuando les descubrimos que han conseguido plantar cara siendo uno menos. Y al saber que en la segunda parte estarán en igualdad crecen por lo menos 10 centímetros.
Sin embargo, al preguntarles si prefieren seguir en inferioridad o en igualdad, la mayoría vota inferioridad. Y eso emocionaporque esa actitud es puro rugby.

Ambos casos son buenos ejemplos para transmitir a nuestr@s jugador@s que lo importante no ha de ser ganar, sino esforzarse y dar el máximo.

Para acabar, supongo que ya habréis comprobado que los equipos son mixtos de niños y niñas (7).

Duración del juego


Aunque hay unas pautas, esto es algo que se suele negociar antes de comenzar los partidos. 
La idea ahora es que jueguen un máximo de 60 minutos a lo largo de una trobada o tres partes de 15 minutos si solo es un partido (8). Generalmente, si los horarios de los clubes anfitriones lo permiten, se suelen alargar los tiempos de juego. Raro es que un entrenador se niegue. Y si pasa suele ser porque sus jugadores están agotados o doloridos.

El balón


Para sub-12 se usa el balón de talla 4. Sub-10 y más pequeños usan la talla 3. Sub-14 también usa la 4 y de sub-16 en adelante se usa la talla 5.
Curiosamente el rugby femenino este año pasa a usar la talla 4 en vez de la 5.


Ya sabéis cómo son los balones de rugby. Cada niñ@ debería tener en casa al menos uno con el que practicar.
¡Pero ojo!, para adquirirlo no os guiéis por los colores; buscad el 4 que indica la talla adecuada para su edad.



Quizás esta introducción a las reglas del rugby os haya parecido un poco sosa porque no entra en el meollo del juego, pero paciencia. Está bien empezar por la base.
Por otra parte, cuando me veáis por los campos podéis indicarme otros aspectos de las normas que os tengan intrigad@s o generen más debate. O, de hecho, cualquier tema que os gustaría que tratáramos.



* En la última reunión de coordinadores de escuelas de rugby de Cataluña, se decidió adoptar el mismo reglamento que se aplicaba hasta ahora en (el resto de) España para las escuelas. Es el llamado "Rugby Gradual". Pero además, como ya sabréis, hay reglas nuevas a nivel mundial.

(1) Al menos en nuestro país. No obstante, la Copa Mundial de Rugby masculino suele considerarse el tercer evento deportivo más importante del mundo, solo por detrás de los Juegos Olímpicos de verano y del mundial de...? Correcto, fútbol masculino. Eso sí, parece ser un mito algo exagerado.

(2) Por si esto lo lee alguien de fuera, 'trobada' se traduciría como 'encuentro'. A pesar de ser una palabra catalana, se ha mantenido como el término usual también al hablar en castellano.
Reconozco que nunca he pensado en cómo llaman a las trobadas fuera de Cataluña. Soy todo oídos.

(3) Debido a las instalaciones de las que puede disponer nuestro club sería de esperar que se celebraran unos cuantos encuentros (de las regulares y de las de categoría) en nuestros campos. Periferia rules. Veremos.
Para evitar censuras manifiestaré que es solo una opinión personal que me representa únicamente a mí.
Nosotr@s tenemos planificada la asistencia a todas las trobadas regulares. Y una vez quede definido el sistema de los encuentros por categorías, se decidirá a cuáles podemos acudir.

(4) 'Ensayo' es una traducción poco apropiada de 'try', que es la palabra original inglesa. Se le llamaba así porque, en los orígenes, plantar el balón en la zona de marca no otorgaba puntos, sino solo un intento (es decir, try) para chutar a palos y conseguirlos gracias un pateo acertado.

(5) Creo recordar que en Lleida y en Amposta hemos jugado trobadas con las líneas del campo pintadas con cal. Aunque ya sé que es un dato escasamente (o nada) relevante.

(6) Esto es por "inspiración" del rugby de otros países como Nueva Zelanda. Ya comentamos que allí se centran más en el manejo del balón y la evasión y menos en el placaje.

(7) Esto es así hasta los 16 años. Después, en teoría, juegan en ligas separadas. Lo que ocurre es que, por desgracia, en la mayoría de clubes hay tan pocas chicas practicando rugby que difícilmente pueden formar un equipo por sí mismas, por lo que pasan directamente al equipo senior femenino. Aunque a los 16 se puede dar una prórroga para que sigan un año más en un equipo mixto. 
Sin embargo, lo mejor es que entre tod@s consigamos que cada vez tengamos más chicas entrenando en nuestros equipos en todas las categorías.

(8) Esta es una norma que se adoptará (supuestamente) esta temporada y que debería provocar que en las escuelas el tercer tiempo pase a llamarse cuarto tiempo (aplausos enlatados). Como se hablará más de ello, solo diré, para quien no lo sepa aún, que el tercer tiempo es lo que pasa después del un partido de rugby.

martes, 29 de agosto de 2017

Rugby del Norte. Rugby del Sur.

En el mundo del rugby se suele distinguir entre el estilo de juego del Hemisferio Norte y el del Hemisferio Sur. Para ilustrarlo os voy a mostrar dos vídeos. Ambos son ejemplos clásicos, cada cual de uno de esos diferentes estilos.
Dos notas antes de ver el primero: si no tenéis muchas ganas, podéis ponerlo a partir del minuto 4, que no os perderéis nada relevante; por otra parte, fijaos en el marcador y en el minuto de partido para captar la tensión del momento (1):




¡Nada menos que 40 fases de juego! (2) Tremendo. 

Y ahora, el segundo vídeo. Este lo vimos varias veces con l@s jugador@s la temporada pasada. Para quien no lo haya visto aún, a ver si adivináis en qué momento va a producirse la marca ;-)





Para mí que cualquiera puede ver que son formas muy diferentes de rugby, ¿no?
El primero es lo que tradicionalmente se considera paradigma del rugby del Hemisferio Norte, mientras que el segundo lo es del rugby del Hemisferio Sur.

Vale, lo confieso. Hay trampa: no siempre en el Norte se juega así, y lo mismo ocurre con el Sur. Además, influyen las circunstancias de los partidos que se muestran. Pero ya digo que se trata de ejemplos que tienden a representar dos estilos muy diferentes. 
Generalmente se entiende que en el Norte hay una defensa más organizada, se asegura más el balón, los rucks tienen gran peso en el juego...
Y en el Sur: peor organización, más riesgos, mucho más movimiento del balón, más ritmo, más ensayos... 

Aunque ambas escuelas tienen su belleza, posiblemente el del Sur sea más eficaz, aunque solo sea a la vista de los resultados en los mundiales (3). A mi me resulta mucho más atractivo cómo juegan allá abajo y, salvando las enormes distancias, es a lo que intentamos aspirar en el equipo, procurando buscar el máximo movimiento del balón posible (4).

En realidad, ambos vídeos son excelentes ejemplos sobre estilos diferentes de continuidad (¡recordad esos principios del rugby!) y si nos centramos en eso, el equipo del Norte que encadenaba esas 40 fases hasta meter el drop entre palos ha tenido mucho más éxito a la hora de mantener la posesión del oval.

No cabe duda de que es una forma más segura de mantener el balón, pero sigo creyendo más en el juego fresco de las antípodas, y por eso es el que intentamos inculcar a nuestr@s jugador@s.
Pero hay algo más. Es fácil asociar el rugby del Norte con la "vieja escuela" y el rugby del Sur con el rugby moderno. En mi caso, tiendo a rechazar lo que huele a vieja escuela (5). Mola más el rugby total, y creo que para los jugadores también es más divertido (6).

Sin embargo, un estilo no se aprende solo conociendo unas técnicas concretas. Como en todo lo referente al juego del rugby, al final se trata de la mentalidad que hay detrás, de toda una filosofía que se construye a base de pequeños detalles que van más allá de la diferencia en el clima que muchos argumentan como justificación (7). 

Si queremos movimiento rápido del balón, esto hay que inculcarlo como filosofía de juego, pero también con la práctica adecuada (8). Esto pasa por permitir la creatividad de los jugadores (uf, ¡cómo cuesta eso!) y también por elegir bien en qué elementos de la continuidad centramos los esfuerzos, entre otras muchas cosas.
Si enseñamos a l@s chic@s a plantar el balón (presentarlo) en el suelo cada vez que les placan, estamos ralentizando nuestro juego. Enseñando la mejor manera de ir al suelo tras el contacto para poder presentar el balón, como un objetivo en sí mismo, no solo ralentizamos el juego, sino que creamos una mentalidad general de juego lento y poco fluido: si me compro un Vespino está claro que no se me pasará por la cabeza hacer carreras por la autopista.

Yo me quedo con la filosofía de que la mejor forma de ganar un ruck es evitarlo. Con ella en mente hemos estado trabajando y con ella seguiremos. Por supuesto no siempre se podrá evitar el ruck, o no siempre nos interesará, pero la idea sería dotar a los chavales de las herramientas necesarias para cada caso y enseñarles a tomar la decisión correcta, primando el vuelo continuo del balón (9). 
Pero... ¿hay maneras de evitar un ruck? Pues sí, unas cuantas (seguramente el offload (10) sea la más notoria), pero no habrá ninguna si no está claro para todos que un balón que llega a tocar el suelo es un balón demasiado lento para nosotros.


Gran intento de offload/upload de este chaval al ser placado. ¿Llegaría algún compañero a ese balón?

Por supuesto que escribirlo es muy fácil, pero conseguirlo no lo es en absoluto. Ya en otras entradas hablaremos de cómo intentamos enseñarlo en pasadas temporadas y en venideras. 

Ahora bien, el tipo de juego que vengo defendiendo tiene un gran inconveniente, y es que la defensa suele ser más débil. En la liga del Hemisferio Sur los resultados son más abultados que en el Norte. Los equipos marcan más ensayos, pero porque los equipos los encajan. Las defensas no se organizan con tanta solidez, aunque también el juego de offloads y uploads (11) contribuye a que sea más difícil organizarse. Se toman más riesgos al mover el balón y eso también favorece que el contrario lo recupere en situación de desequilibrio.

Pero, una vez más, esto también tiene que ver con la mentalidad y la filosofía que se inculca. Al otro lado del planeta parece que el placaje no se trabaja mucho hasta que los chavales ya son mayorcitos y que prima el manejo del balón (handling) y la evasión (footwork) en el tocata (12). 

En esto también nos inspiramos en ellos (de muevo salvando todas las distancias) y el placaje ha estado bastante abajo en nuestra lista de preocupaciones. Afortunadamente, los sub-12 no defienden contra equipos profesionales y disponemos de algunas alternativas para contrarrestar esta supuesta debilidad. Eso sí, el placaje subirá algunos puestos en la lista de tareas próximamente. Pero solo algunos =) (13)

En fin, el estilo vistoso del Sur no le gusta a pocos. El offload es un skill (una habilidad) que está de moda y cada vez se espera mejor movimiento del balón en los equipos.
De hecho, en el rugby las defensas evolucionan más rápidamente que los ataques y cada vez se hace más difícil romperlas. Tanto es así que el reglamento no para de cambiar para dar ventajas a los ataques y propiciar un juego más dinámico (14). 
De esta manera, seguramente la manera más eficaz de que los ataques le puedan ganar la partida a las defensas pasa por conseguir un movimiento fugaz del oval y hacerlas bailar. Al menos esa pretende ser nuestra apuesta.





(1) Simplificándolo: pasado el minuto 80, el partido termina cuando el balón sale del campo. Si el equipo que va ganando (de poco) consigue recuperarlo, lo normal es que lo chute fuera para finalizar.

(2) Simplificándolo: una fase es el lapso de juego en el que circula el balón antes de que el siguiente placaje vuelva a llevarlo al suelo, que es cuando (al menos en el vídeo) se forman agrupamientos de jugadores luchando por la posesión de ese balón: a ese agrupamiento se le llama ruck, y seguro que habéis oído hablar de ello miles de veces.

(3) En el último mundial, disputado en 2015, las cuatro selecciones más representativas del Sur fueron las que coparon los cuatro puestos de semifinales. Además, entre ellas han ganado 7 de los 8 mundiales celebrados hasta ahora.


(4) ¡Quede claro que digo intentando y salvando las distancias! La práctica cuesta, pero esperamos que la filosofía quede medianamente asentada para que otros entrenadores que sepan más puedan trabajar con ello en el futuro.


(5) Tanto en la filosofía de juego como en la didáctica del entrenamiento, pero también incorporamos elementos que le son propios. Ya hablaremos de que ser ecléctico y flexible es mejor que ser dogmático. Por otra parte, no estoy solo al equiparar Norte con anticuado, si bien habría muchas matizaciones que hacer aquí.


(6) Vale, ¡con lo de rugby total me he venido muy arriba! Básicamente es el que practican los All Blacks, siendo (casi) infalibles en (casi) todos los aspectos del juego. Nunca llegaremos a eso, pero queremos pensar que le podemos dar cierta alegría a nuestro juego.

(7) Es cierto que la diferencia se suele justificar en parte por la climatología. Pero es falso (a mi entender) que sea una buena razón, aunque no es la única que se esgrime. Se habla también de la forma de gestionar los encuentros por parte de los árbitros o la presión de los patrocinadores por ofrecer un espectáculo más entretenido. Quienquiera que lea esto y sepa dar mejores explicaciones, por favor, que no se corte.

(8) El asunto es que en el Norte también se quiere mover rápido el balón. En su día le pregunté a un veterano entrenador: si en ambos hemisferios se aboga por el movimiento rápido del balón, ¿qué hace que en el Sur lo muevan mucho más? Me quedé sin una respuesta y desde entonces estoy cautivado por la cuestión.

(9) Que los jugadores sepan tomar (buenas) decisiones en el campo es algo a lo que aspiran todos los entrenadores (o debería ser así), sin importar su filosofía de juego.  De ahí que todas las sesiones de entrenamiento deberían incluir juegos o ejercicios que incluyan toma de decisiones. Aquí lo explicamos un poquito más.


(10) El offload, pronunciado 'ofloud' y traducido como 'descarga', es en puridad el pase que el jugador hace después de entrar en contacto con el defensa, no antes, y es una de las características típicas del movimiento de balón en el rugby del Sur.
Sin embargo, se suele oír también el término offload aplicado a cualquier pase hecho "a la remanguillé", por la espalda, con una mano... Hay varios tipos de offloads y ya hablaremos de ellos.

(11) El upload es el pase que se hace desde el suelo a un apoyo cercano. Se pronuncia 'ap-loud' y, como ocurre tantas veces, cuesta encontrar una traducción adecuada; vendría a ser 'subir' o simplemente 'descargar hacia arriba' =)


(12) El tocata es como solemos llamar al rugby que se juega sin placajes, a tocar. Down Under llaman Rippa (en Nueva Zelanda) o Walla (en Australia) a sus modalidades.


(13) Me estoy refiriendo, concretamente, a las técnicas de placaje en sí. Los motivos, más allá de pretender emular a nuestros primos de las antípodas, los explicaremos en otra ocasión.

(14) Sin ir más lejos, esta misma temporada estrenamos una regla que perjudica al placador: ahora podrá también estar en fuera de juego al disputar un balón después de efectuar un placaje.

miércoles, 23 de agosto de 2017

La temporada que nos espera (I): los valores.

Lo digo una y otra vez: esta temporada va a ser la hostia.

Todos vamos a aprender un montón: tanto los jugadores como los entrenadores, pero también las madres y los padres. Ganar partidos será una satisfacción extra, sobre todo para l@s chaval@s, pero estas alturas ya deberíais saber que no es esa nuestra principal preocupación (1).

Este es un momento clave en cuanto a tener a la familia voltor enterada e involucrada en lo que hacemos. Ni más ni menos que destripar lo que se avecina los próximos 9-10 meses de temporada. 
Toca hablaros de la filosofía de nuestro juego, qué aspectos planeamos entrenar, la metodología... ¡Todo un lujo! También tocará hablar algo sobre la temporada pasada y qué cosas modificaremos.
Hay tantas cosas que desearía explicaros que tendré que dividirlas en varias entradas y espero que tengan un cierto orden lógico (y tener tiempo para hacerlo). Por eso empiezo con los valores del equipo, puesto que sin eso no debería nadie ni plantearse ser jugador/a de rugby.
¡Vamos allá!


Los valores del rugby

El Documento del Juego de la World Rugby (2) enumera los valores que representan a nuestro deporte. Y, como son los que dice la World Rugby, pues pueden considerase más o menos los "oficiales". Estos son: Integridad, Pasión, Solidaridad, Disciplina y Respeto. Me gustan, ciertamente.
En el calendario que hicimos en nuestra escuela el año pasado aparecen unos cuantos más. Y en un montón de sitios hallaréis una buena relación de valores inherentes al mundo oval. Muchas veces se solapan palabras que vienen a significar algo parecido o que concretan demasiado. Y todas esas enumeraciones son correctas a su manera.

Sin embargo, cuando se dan tantas palabras creo que se corre el riesgo de que la gente no las tome tan en serio y simplemente diga: "vale, tienen valores... como en todos los deportes". Al fin y al cabo todos ellos van a venderse con una estupenda lista de ideales que creen que les representan, a cual más hermoso. Por eso ya suenan a más de lo mismo.

Ahora bien, el rugby es más que un deporte: es también una filosofía de vida. Y no solo porque así lo sintamos, sino también porque los organismos que lo regulan se preocupan por que no solo se cumpla la letra de sus leyes, sino también su espíritu. Amén (3).
En cualquier caso, ahora nos centramos en los valores de nuestro equipo.

Los concretamos en muy pocos conceptos, porque es algo que queremos que no cueste aprender y que pueda servirles como mantra. A este respecto, el 3 es un número pedagógicamente mágico. Consigue resumir a tres conceptos lo que necesites que aprendan y podrás pensar que tendrás éxito en la labor (y si puedes resumirlos en un acrónimo con significado, miel sobre hojuelas). Así pues, nos quedamos con tres grandes valores, que son:
                                  - Respeto
                                  - Esfuerzo
                                  - Solidaridad
(Que resultarían en el acrónimo RES. O también SER.)

Como veréis, al igual que pasaba con los principios del juego, estos tres valores están muy relacionados unos con otros.


Respeto

En enero de 2016 apareció en el periódico local una entrevista al entonces entrenador del primer equipo del Tarragona. Uno sabe que está en el deporte correcto cuando ve que el titular de dicha entrevista rezaba: "El rugby es, ante todo, respeto."
Y para nosotros ese es el principal de los valores que debemos transmitir a l@s hij@s del oval.
RESPETO...
A los entrenadores: se les escucha cuando hablan; se les obedece sin quejarse y se les cuestiona con educación, porque ningún jugador es más listo que el entrenador; se llega puntual a los entrenos.
A l@s compañer@s: no les hacemos perder el tiempo; nadie se burla de otro ni se considera mejor; no saltarse entrenos o llegar tarde sin una buena razón. Tambien es por ell@s que se ha de llegar puntual a las prácticas y a los partidos.
A l@s rivales: juego limpio; pasillo al acabar, tanto si se gana como si se pierde; tercer tiempo cordial. En el rugby, al contrario que en otros deportes, el respeto al rival se demuestra también esforzándose al máximo hasta el finallo de aflojar la intensidad para no "humillar" al rival con un marcador muy abultado no está bien visto. Pero no os espantéis, que en las categorías de escuela se opta por encontrar soluciones para compensar las diferencias excesivas en el marcador. 
A l@s árbitros: no quejarse al árbitro ni usarlos como excusa es otra de las señas de identidad del rugby.
Al público: es fácil respetar al público del rugby, porque sois respetuos@s con los jugadores y con los árbitros.
Instalaciones y material: se compra el material con el dinero aportado por mucha gente para que l@s jugador@s puedan usarlo, por lo que hay que usarlo con sentido común. También hay que concienciar mucho más a l@s jugador@s para mantener las instalaciones incluso más limpias que como se las han encontrado.


Aunque la haka suele atraer todos los focos, delante (casi) siempre hay un equipo
aceptando el desafío con gran respeto.

Esfuerzo

Creo que el rugby lleva el esfuerzo a otro nivel a causa de un par de circunstancias. La primera es que en un partido no se puede especular con el balón: si tu equipo no quiere avanzar el rival le hará retroceder y cualquiera que tenga el balón será un blanco legítimo quiera jugar o no. 
La segunda es que en el rugby la gente no hace teatro. Esto significa que un jugador de rugby no abandona la jugada a medias intentando engañar al árbitro para sacar provecho, sino que llega hasta el final.
El esfuerzo, para nosotros, Incluye unas cuantas actitudes. Se trata de aplicar intensidad a todo lo que hacemos, no flojear. Se trata de no estar en un entreno solo pasando el rato, sino de tener la actitud de querer mejorar un poco más en cada ejercicio, en cada repetición. 
También va de aplicar las instrucciones que nos dan los entrenadores para hacer mejor las cosas. De ser disciplinados y estar centrados en la tarea; los comentarios sobre el último episodio de la serie favorita se dejan para antes o para después de la práctica.
El esfuerzo está también muy ligado al respeto ya que si un jugador no se esfuerza estará entorpeciendo el progreso de sus compañeros. 
Además, y muy importante, el esfuerzo consiste en no poner excusas. Estas impiden que la gente dé lo mejor de sí. Cuando desaparecen las excusas aparece el compromiso con uno mismo.


Solidaridad

Somos un equipo y nadie es más (o menos) que nadie. Tod@s han de arrimar el hombro. Está muy relacionado con el esfuerzo, porque no esta bien dejar que un compañero haga en el campo el trabajo que debería hacer yo. Hay que currar para el equipo. No hay que escaquearse de las tareas, como llevar el material. Hay que facilitarle las cosas a l@s capitan@s.
Siempre se pone el ejemplo de los All Blacks, donde los capitanes se quedan a limpiar el vestuario o salen a llevar agua a sus compañeros en los partidos, pero en el rugby hay mucho más.
En ocasiones, reconvenir a algún niño simplemente diciéndole "eso no ayuda", sin aspavientos, produce mejores cambios en su actitud que cualquier grito, y una gran satisfacción. Así estamos en el buen camino.
En el rugby no puede haber egos. Hay que ser más útil que importante. 


Richie McCaw y Kieran Read llevando agua a sus compañeros siendo capitanes de los All Blacks.
Leigh Halfpenny llevando los "escudos" del equipo tras un encuentro del último 6 Naciones en el que fue nombrado mejor jugador.


También considero fundamental el valor de la Humildad (el acrónimo sería ¿RESH? ¿HERS?), aunque ahora no lo incluyo en la lista por tres motivos (¡la cifra mágica!): porque tres es mejor que cuatro; porque cuando l@s jugador@s son muy jóvenes les cuesta  entender el concepto; y porque creo que puede considerarse la convergencia de solidaridad y respeto. 


Los valores en nuestro equipo

Los entrenadores debemos ser un ejemplo para l@s chic@s y debemos ser avisados cuando no cumplimos con estos valores. Personalmente, os estaría muy agradecido si así lo hicierais. 
Y no solo deben estos valores guiarnos para poder guiar a la juventud, sino que sería deshonesto pedirles lo que no cumplimos.

Cualquiera que sea el equipo o la categoría que entrenemos, estos valores deberían ser innegociables (4). Porque creo en el rugby como algo más que un deporte y que un jugador de rugby no es tal si renuncia a esos valores, sin importar lo bien o mal que juegue.
Por otra parte, estamos trabajando en un país, en una ciudad y en un club con bastante falta de "madurez rugbística". Si nos fijamos en jugador@s de otros países, o incluso en otros clubes de por aquí, a l@s niñ@s de corta edad se les ve una mentalidad muy distinta a la de la mayoría de l@s nuestr@s. Y no estoy hablando de afán de victoria, sino de madurez en el desempeño, con concentración, asunción de responsabilidades, liderazgo...

Mientras no se apliquen estos valores de los que hablamos, una hora de entrenamiento se aprovechará solo la mitad. Y peor aún: una temporada de rugby se aprovechará solo la mitad. 
Y también por esta razón es casi más importante asentar estos principios, ya que de otra manera no habrá forma eficiente de enseñar técnica y táctica. Los All Blacks (ejemplo de tantas cosas) tienen un lema: "Ser mejores personas nos hace ser mejores All Blacks" (5). Ellos también asumen que la base está en los valores y a mí me parece necesario intentar implantar esa filosofía en nuestros equipos: ser mejores personas nos hará ser mejores voltors.

Sigamos siendo un oasis en la sociedad actual y trabajemos duro para mantener estos valores entre la chavalería y que puedan disfrutar más de su deporte favorito. Vosotr@s, madres y padres, estáis implicad@s en esta causa, queráis o no.



(1) Ojo, que ganar está bien. Ya hablaremos de eso en una próxima entrada. 

(2) Una especie de prólogo a las reglas del juego.

(3) Por poner un ejemplo reciente, la federación francesa de rugby suspendió de por vida a un jugador que noqueó a un árbitro de un puñetazo. Eso sí, en internet se hizo viral la agresión, pero no la sanción ejemplar.

(4) Quizás cuando hablemos de cuándo está bien ganar también hablemos de otros tipos de excepciones en busca de un bien común mayor.

(5) Better people make better All Blacks.

viernes, 18 de agosto de 2017

Los principios del rugby


Antes de abordar todo lo que aprenderemos esta temporada en los entrenamientos me gustaría ofrecer esta pequeña introducción para que pueda entenderse mejor. Se trata simplemente de la explicación de los 4 grandes principios (no confundir con los valores) sobre los que se basa todo el juego del rugby:
  • Posesión del balón
  • Avanzar
  • Continuidad
  • Apoyo (1)

Básicamente me referiré a ellos desde el punto de vista del ataque, aunque con el enfoque adecuado son válidos también para la defensa (2).
Todos estos principios están interconectados; no puede haber uno sin el resto: luchamos por recuperar la posesión para entonces avanzar con el balón y solo podremos hacerlo si hay continuidad, que se consigue gracias al apoyo. Se puede contar de otra manera, pero al final siempre unos principios dependen de los otros.

La posesión del balón parece el más básico de todos ellos. Todo lo que hacemos en el campo es para recuperar el balón (cuando defendemos) o para llevarlo a marca (cuando atacamos). Es por esto que una de las primeras misiones de la temporada consistirá en inculcar la mentalidad, el mindset, de querer el balón a toda costa, de protegerlo a ultranza, de recuperarlo apenas haya la mínima ocasión. Conseguirlo o mantenerlo es lo primero que debe quedárseles grabado a fuego en la cabeza a los chavales.

¿Y para recuperarlo qué hay que hacer? Pues avanzar ¿Y una vez recuperado qué hay qué hacer? Pues avanzar. Es decir, en defensa se avanza (se presiona) para negarle al rival espacio y tiempo. En ataque se hace avanzar el oval (corriendo con él o chutándolo) porque es la única manera que tienen de hacer puntos.

Tener el balón y avanzar podemos considerarlo el binomio de partida para jugar a rugby. Solo con esto bien grabado en la mente ya tenemos gran parte del trabajo hecho. Lo demás ya casi son sutilezas, si aceptamos que pueda estar exagerando un poco =)

Mantener ese avance del balón a pesar de los obstáculos que ponen los equipos rivales es lo que se conoce como continuidad. O lo que es lo mismo, conseguir que el ataque no se interrumpa. Hacer que la pelota siga “viva”. Y para mí aquí está la madre del cordero.
En mi opinión es el principio que engloba más intensamente al resto, puesto que la continuidad supone a la vez mantener la posesión y el avance, y generalmente no se puede llevar a cabo sin apoyo. Seguramente es lo que marca la diferencia de calidad de los equipos y ha de ser nuestro caballo de batalla durante la temporada, siempre. Al final, en rugby todo es continuidad (ya explicaré mejor esto en otra ocasión).

Como decía, la continuidad no se puede llevar a cabo sin apoyo, el último principio. El ruck y el maul, paradigmas del trabajo de la continuidad, ya por definición necesitan de un compañero del portador del balón (PdB en adelante) para formarse (3). Y si exceptuamos el correr con el balón, uno de los elementos más básicos de la continuidad es el pase. ¿Y a quién se le hace un pase? Correcto: al compi que que apoya el ataque.

En mi opinión, este es seguramente el principio más difícil de trabajar .
El apoyo necesita reflejos. Pero también necesita, irremediablemente, mucha comunicación y que se tomen responsabilidades, y estas dos facetas son de las más difíciles de asimilar, especialmente en un equipo poco maduro rugbísticamente.
Coger el balón que me pasa la compañera y seguir corriendo es muy sencillo, pero entrar a limpiar el ruck si la han placado antes de pasármelo ya cuesta más. ¿Y comunicar? A veces uno se deprime de ver un entrenamiento en el que no se oye una voz, o de ver al ala totalmente solo sin decir esta boca es mía y quedarse sin el pase que le daría una marca segura.
¡De lo más difícil de enseñar, ya os lo digo!

En realidad, cada principio es pura mentalidad. Y ahí va la obviedad del día: para recuperar el balón se necesita una mentalidad de recuperar balón; para mantenerlo, una mentalidad de querer mantenerlo; para avanzar se necesita mentalidad de avanzar... y así. Por muy absurdo que suene, ahí está el meollo. Y ahí está la parte difícil del asunto: conseguir que l@s chic@s estén “enchufados” para hacer lo que toca en cada momento, tenerlo claro siempre.


Si bien algun@s niñ@s sí presentan una auténtica mentalidad de avanzar con el balón
a toda costa, más difícil es ver lo mismo aplicado a otros principios del juego.

Porque resulta que en cada momento de un partido de rugby, en todos ellos, un jugador debería estar ejecutando alguno de estos cuatro principios del juego, o varios a la vez. No puede haber un jugador parado observando la jugada, ni siquiera cuando ocurre lejos, ya que, por ejemplo, tendrá que estar recolocándose para ofrecer un mejor apoyo en función de las circunstancias. Tanto en ataque como en defensa (4). Cuando el jugador reacciona porque el balón se acerca a su posición suele pasar que lo hace demasiado tarde para entrar con la profundidad o la velocidad idóneas.

Además, si decimos que cada principio comienza por la mentalidad, está claro que, aunque no se requiera una acción física, sí se requiere continuamente la acción mental de l@s jugador@s de escanear cada situación para valorar qué papel desempeña en todo momento, según el espacio, la posición del balón, la de compañeros y la de los rivales. Ahí está la permanente presencia de los principios del juego en el desempeño del/de la rugbier.




(1) Hay quienes añaden un quinto principio: presión. Para algunos es la versión defensiva de avanzar, mientras que otros lo incluyen también entre los principios de ataque. En un documento de la World Rugby de hace unos años (cuando aún se llamaba IRB) en los principios de ataque incluían, además, marcar puntos y evitar pérdidas de balón. Lo veo entrar demasiado en filigranas. Todo lo contrario que Pierre Villepreux, que llegaba a reducir los principios a solo dos: avanzar y dar apoyo.

(2) Las Leyes del Juego de Rugby, son publicadas por la World Rugby, que es la institución que regula todo el rugby de 15 y de 7 jugadores. Y este reglamento oficial define al equipo defensor como aquél en cuyo campo se está jugando. Es decir, el criterio para definir quién ataca o defiende lo establecería el lugar donde se esté desarrollando el juego.
Sin embargo, la propia World Rugby, al explicar los principios del juego, afirma que el equipo atacante es el que tiene la posesión del balón y el defensor es el que intenta recuperarlo. Y, de hecho, así es como lo suele entender todo el mundo.
'Utilizador' es un término más aséptico para referirse al jugador/equipo que tiene el balón.

(3) El maul (pronunciado mol) se forma con el PdB + 1 compañero + 1 rival. Por otra parte, la norma del ruck (rac) en realidad ha cambiado para esta temporada; ahora bastaría 1 rival, pero hasta ahora era también necesario un compañero del PdB (el propio PdB no forma parte del ruck).
Quienes estéis pez no os preocupéis, que en otras entradas explicaré más extensamente lo que es un maul y un ruck.

(4) Los principios los he explicado enfocados al ataque. Para la defensa se puede adaptar así: necesitamos recuperar el balón, para lo cual ejercemos presión (avanzamos) sobre el rival, manteniendo una estructura defensiva que proporcione continuidad y con la ayuda de los apoyos defensivos.
No tiene el mismo encanto, ¿verdad?

martes, 15 de agosto de 2017

¿Por qué enseñar rugby?


Gran pregunta.
Seguramente sea porque el que sabe, juega, y el que no, enseña. Pero vamos a ver...

En mi caso, empecé en el rugby muy tardíamente, en el equipo de mi facultad en Madrid. Para hacerse una idea del nivel, bastará lo que nos dijo el bueno de Tajos, uno de los veteranos/pseudo-entrenadores, en los primeros días de la pretemporada:
Se puede llegar tarde a un entreno. Se puede llegar borracho a un entreno. Pero nunca lleguéis tarde y borrachos”. Ese era el nivel.

Al empezar la temporada y llegar el momento de darse las hostias de verdad defendiendo los colores del equipo, la mayor parte de los veteranos desapareció y nos dejaron a los novatos a nuestra suerte. Dos o tres honrosas excepciones*, los que sí se quedaron con nosotros, fueron quienes nos enseñaron de verdad lo que era el rugby, el de dentro del campo. Y a ver como algo normal que unos mataos recién llegados con solo unos pocos entrenos a sus espaldas se midieran contra los mejores equipos de la liga en inferioridad numérica. Sabernos carne de cañón camino del matadero como si tal cosa.

Documento: así vivíamos el rugby en Cantarranas en la época de la que hablo.

Desde bien pronto supimos que un partido no se aplaza aunque el campo este totalmente embarrado lloviendo a mares, nos falte el capitán (casi el único que sabía de rugby) y el equipo contrario nos ofrezca jugar otro día que consiguiéramos reunir a 15 jugadores. En aquella época parecíamos el ejército de Pancho Villa, pero a uno solo le queda enamorarse de un deporte que le brinda tantas ocasiones de sentirse orgulloso de sí mismo y que provoca tanta camaradería entre compañeros y rivales.

Y si eso ocurría a pesar de ser una panda de cafres (como muestra, el entreno que sale en el vídeo de más arriba) y de haber sido introducidos a este deporte de forma tan cafre, eso es que el rugby es algo muy especial.

Se hace imperdonable para uno mismo (los compañeros suelen ser más benévolos) no dar el callo, flojear para que otro haga el trabajo duro. Aquí se trata de que des la cara aun sabiendo que te la pueden partir.
Nadie se puede esconder todo un partido. Uno será más o menos malo, más o menos aplicado, más o menos brutal en los placajes, pero se trata de que estás fallando a los compañeros si no haces todo lo que puedes.
Te toca enfrentarte a rivales mucho más grandes y recibir golpes sin poder quejarte y sin poder poner una excusa. 

Por eso para mí el rugby es como la vida.

Supongo que me identifico con el rugby por dos motivos: el primero es que por mucho que uno nunca pueda llegar a ser un jugador sobresaliente (como habría sido mi caso), AUN ASÍ puede considerarse un rugbier por la disciplina y la actitud. Es decir, aquí no solo valen las cualidades técnicas y físicas, sino también esos valores de los que tanto nos gusta presumir a los hijos del oval.

El segundo motivo es que cada vez esos valores se ven menos allá donde decidas mirar. Los personajes de la televisión, los deportistas más famosos, los políticos, etc. dan un ejemplo nefasto y la gente encima les jalea. Por ello creo en el rugby casi como un servicio social. Un oasis en medio de toda esa mediocridad que se está haciendo ley de vida. Algo que el resto de la sociedad debería descubrir y valorar, aunque seguramente los periodistas deportivos (valga la paradoja) se encargarían de guarrearlo.

Una de las frases típicas del mundo ovalado es que el fútbol es un deporte de gentlemen jugado por hooligans, mientras que el rugby es un deporte de hooligans jugado por gentlemen.**
También se dice que el fútbol es un deporte en el que once jugadores sanos simulan estar lesionados, mientras que en el rugby 15 jugadores lesionados simulan estar sanos.
Al margen de que sean exageraciones, la gente que haya entrado en contacto con nuestro deporte entenderá por qué se dice y que responden a algunos de los atractivos de toda su filosofía inherente. 
Y estoy seguro de que estos rasgos también son parte de culpa de que todos esos padres que últimamente se han apuntado al equipo de veteranos estén tan satisfechos con su decisión. 
Efectivamente, parecíamos el ejército de Pancho Villa.
Seguro que no soy el único que gracias al rugby empezó a dar menos excusas, a afrontar las cosas dando más la cara. Y eso es lo que debemos transmitir a los niños y a las niñas que se atreven a probarlo, aunque a nosotros mismos a veces también nos cueste ponerlo en práctica.

Llevamos ya algunos años haciendo sesiones de rugby en las escuelas de la zona y veo que, aunque dando y recibiendo golpes se divierten, para muchos niños lo más difícil del rugby es atenerse a estos principios. La mayoría ve como algo normal el quejarse de todo y no dar el callo, que por algo se ve tan a menudo en otros deportes. Ahí se demuestra también que para jugar a rugby no solo hace falta ser bueno física o técnicamente.

De hecho, veo cómo niños que por haber sido censurados por protestar o reirse de un/a compañer@, algo que ven normal, ya no quieren continuar con la actividad. Incluso a veces, cuando les pregunto si prefieren jugar con sus compañeros o seguir quejándose, ¡algunos me responden que eligen lo segundo!
En esos momentos lo que pienso es: “uff... cuánto rugby le hace falta por aquí”.

Y ahora os voy a pedir algo: si me veis poner excusas o esconderme y no dar la car en algún momento, hacédmelo notar. Como el resto de compaer@s intento ser coherente y constituir un ejemplo para los chavales que entreno y que me verán como un referente.

Y vosotr@s, ¿qué pensáis de los valores del rugby? ¿Los conocéis? Bueno, no es que haya una lista con “los diez valores del rugby”, pero más o menos. ¿Estáis de acuerdo con ellos? ¿Hay cosas con las que no? ¿Pensáis que los transmitimos bien? ¿Cómo podríamos hacerlo mejor? ¿Habéis notado si vuestr@s hij@s los van incorporando en su vida?




* Especialmente, Wild e Ibi (al que los sub14 encontraron arbitrando el pasado mayo en el torneo nacional) fueron los que sustentaron el equipo esa época. Vulcanito también era un habitual. Si algún día leéis esto, muchas gracias, compañeros!

** Uso los apelativos originales del inglés porque se entienden y para no perder los matices en la traducción.
Aunque es verdad que cada día, por razones obvias, le cojo más manía al fútbol, no he elegido estas frases por ese motivo. Si existen frases parecidas comparando el rugby con otros deportes ahora mismo no me vienen a la cabeza.

lunes, 14 de agosto de 2017

Una temporada más... y mejor.

Es una obviedad que las madres y los padres son parte fundamental en el desarrollo de una escuela de rugby. Sin ell@s no podríamos hacer nada de lo que hacemos. Sin embargo, al formar parte de la escuela como entrenador y luego, además, como coordinador, uno comprende que la relación con el sector parental ha de ir más allá de llevarse bien y asignar voluntari@s para las diversas tareas que permiten que entrenadores y jugadores podamos dedicarnos solo al rugby.
Quienes estamos dentro de la estructura de la escuela y, por qué no, las madres y los padres que han practicado antes el rugby, tenemos la obligación y la necesidad de hacer partícipes al resto de lo que significa este deporte que es más que un deporte. Y por muchas razones.

En general, desde que me he ido implicando más en nuestro club, con diferentes roles y perspectivas, me he ido dando cuenta de que la falta información nos lastra.
Por un lado, los que estamos dentro quizás damos demasiadas cosas por hecho (por entendidas y compartidas). Por otro, no hacemos un gran esfuerzo por explicar a la masa social, que en general conoce poco del juego cuando llega, todo lo que rodea al rugby, la forma de enseñarlo, las reglas, etc.

Ay... qué lejos queda ya la estupenda temporada pasada.

Tal vez parece que (hablo al menos por mí), como a principio de temporada proclamamos (y repetimos de vez en cuando) que el rugby tiene una filosofía y unos valores que le son propios, algunos pensamos que ya tenemos vía libre para hacer funcionar a tod@s según criterios rugbísticos.
Lo que queremos transmitir, si lo hacemos bien, es la leche. Formamos personas que se crecen en la adversidad o, por lo menos, se enfrentan a ella y que no ponen excusas y arriman el hombro, entre otras bondades (insisto: si lo hacemos bien). Y por eso ya deberíamos tener el beneplácito parental con un cheque en blanco.

Pero no podemos hacerlo bien, o hacerlo a secas, si todos los agentes implicados no están alineados con los mismos objetivos. Y la obviedad aquí es que entre esos actores están los padres y las madres. Y para que estén alineados con nuestra visión debemos no solo comunicársela mejor, sino también hacerles formar parte.

Esto es especialmente necesario en una ciudad y en un club como los nuestros. Por un lado, cada chaval que aparece por el campo para probar un entreno nos parece un héroe solo por haber llegado hasta ese rincón escondido de la civilización donde a nosotros nos da por jugar. Por otro lado, sus padres pasan a engrosar esa mayoría de nuestra masa social que aún no tiene muy claro de qué va esto, o cómo se juega, o qué se enseña, o...

Si no lo remediamos.

Cada verano vivo una versión de los propósitos de año nuevo pero enfocados a la siguiente temporada, siempre con mucha ilusión y muchas ganas, a pesar de concluir la anterior bastante agotado (hace solo dos semanas que terminó cuando escribo esto). Pero después la realidad del día a día hace que muchas de las ideas se queden en solo eso. Para la próxima temporada debemos seguir aprendiendo de los muchos errores acumulados y, entre otras cosas, comunicarle mucho más a los padres todo lo posible sobre el rugby y, especialmente, sobre lo que trabajamos con sus hij@s.

¿Cómo vamos a hacerlo?
Pues a mí me encantaría reunirme con las madres y los padres de l@s jugador@s bastante a menudo para explicar todo lo que hacemos o queremos hacer y también para tomar nota de sus inquietudes. Pero como me dicen que hablo demasiado, prefiero no hartarles =)

La sufrida y constante AMPA del rugby.
Así pues, este blog va destinado a ell@s y a sus hij@s rugbiers. Aquí hablaremos de la filosofía y los valores que intentaremos inculcar a la chavalada y también a sus mayores. Explicaremos cómo funcionan los entrenamientos o en qué estamos trabajando, nuestra forma de juego, cómo pueden los padres y las madres ayudar... También servirá para pasar “teoría del rugby” a los chavales, para que estén al día de lo que se entrena y no se despisten.


Seguramente un blog no sea el mejor foro para debatir ideas, pero si leéis algo donde no me acabe de explicar bien o con lo que no estáis de acuerdo sabéis que me podéis esperar a la salida de cualquier entreno. Pero en son de paz o lo alargaré y alargaré... Sabéis de lo que hablo! ;-)

Y así de entrada... ¿de qué temas os gustaría que escribiera? Cosas facilitas, por favor!

P.D.: voy a recordar que lo que escriba aquí solo me representa a mí (o a quien se anime escribir una entrada); ni al club en el que colaboro ni a ninguno de sus entrenadores, jugadores, socios o familiares. A menos que se indique lo contrario.