Ya conocemos los tres grandes valores de nuestro equipo: Respeto, Esfuerzo y Solidaridad. Y sabemos que están reducidos a tres por tratarse de una cifra mágica que hace que todo se recuerde más fácilmente y porque también condensan gran parte del resto de los que podrían añadirse. De estos, de los que podrían añadirse, hay dos en concreto que también son básicos en el rugby: Disciplina y Humildad, pero creo que es mejor plantearlos en edades más avanzadas. Aún así, a mi modo de ver, van implícitos en los tres primeros:
- Respeto + Esfuerzo = Disciplina.
- Respeto + Solidaridad = Humildad.
Si los califico de innegociables me refiero, por ejemplo, a que no cumplir con estos valores es motivo para ser sustituid@ en un partido, no así el hecho de fallar un pase o un placaje sin más (1).
Dando prioridad a esto enseñamos que solo con su comportamiento, si es el adecuado, l@s chic@s podrán considerarse jugador@s de rugby, más allá de sus habilidades técnicas. Y mejor aún: podrán decir que forman parte del equipo, que son voltors.
¿Y por qué es esto tan importante? ¿Por qué empleo tanto tiempo (demasiado, dice la mayoría) en explicarles esto? Pues va a ser difícil resumirlo.
Ya apunté en esa entrada dedicada a nuestros valores que, si no se ponen en práctica, no se le saca partido al tiempo de entrenamiento (valga el juego de palabras). Aunque nosotr@s mism@s también caigamos en ellas, vemos equipos de otras categorías y/o de otros clubes, y nos damos cuenta de las actitudes que arruinan entrenamientos y de las que hacen que se aprovechen de verdad. Y no basta con pedir continuamente silencio o atención a l@s chaval@s, o amenazar con castigos, sino que es necesario crear una "cultura" del Esfuerzo, del Respeto, de la Solidaridad. Ello pasa por crear una identificación muy fuerte entre comportarse como corresponde y ser un voltor. De modo que l@s jugador@s que no tengan la actitud adecuada no pueden esperar ser considerados auténticos voltors hasta que no se reconduzcan. Recordad: como los All Blacks, mejores personas suponen mejores voltors.
Se trata en definitiva, de crear la motivación de comportarse correctamente (es decir, aplicar nuestros valores) para sentirse realmente parte del equipo con todas las de la ley.
No por la motivación extrínseca del castigo o del grito, sino por la de pertenecer de verdad al grupo, de ser un/a voltor (2).
POR ESO necesitamos hablar mucho con ell@s. Cuando el entrenador les deja claros los comportamientos tolerables y los no tolerables o, mejor aún, son consensuados por el equipo, la cosa puede empezar a funcionar. Está claro que aún son jóvenes y han de madurar más en esto y que han de surgir aún l@s líderes que provoquen mejores actitudes en sus compañer@s, pero muchas semillas se han plantado ya. L@s voltors de sub-12 saben bastante bien a qué atenerse con los entrenadores y qué esperar de nosotros en función de su comportamiento. Y saben que nuestras reacciones no son arbitrarias, sino que están provocadas por unas actitudes concretas (3).
Y resulta tremendamente satisfactorio cuando l@s propi@s chaval@s reconvienen a quien no muestra una buena actitud, especialmente en nuestro círculo sagrado. Y cada vez vemos a más jugador@s señalando a otr@s el camino correcto o "discutiendo" sobre el comportamiento adecuado en determinados momentos. Esto muestra que se va generando esa cultura de grupo que con el tiempo se hará sólida, aunque siempre habrá elementos díscolos.
Conociendo como conocen nuestros valores de equipo y las actitudes que son y no son toleradas, l@s niñ@s han de preguntarse ¿estoy siendo un bulto en este equipo, o estoy siendo un/a voltor? Y responderse con el nivel de exigencia adecuado y con sinceridad.
AHORA BIEN, no solo de actitud y comportamiento puede vivir un equipo de rugby. Hace falta también algo de ejecución técnica, porque, si no, no habrá manera de hacer una jugada, y esto no sería rugby, sino kumbayá. Así que está bien comportarse como un/a voltor, y es condición necesaria, pero el Esfuerzo ha de llevarnos a saber hacer también algunas cosas en el campo. Viendo los mínimos que se exigen en otros equipos y viendo las realidades que vivimos nosotros en sub-12, se me ocurrió confeccionar una lista con los MUST, que todo jugador debe saber hacer al jugar a rugby. Yendo de lo menos a lo más técnico serían:
- Ocupar el campo.
- Mantener la posesión del balón en el contacto.
- Conocer y usar la postura correcta en el contacto.
- Coger y pasar un balón a derecha e izquierda.
- Placar y ruckear.
Aunque la lista es bastante explícita, podemos comentar alguna cosa sobre sus elementos.
Ocupar el campo no sería un elemento a tener tan en cuenta en un equipo adulto, por el hecho de que los adultos ya ocupan bien el campo y saben recolocarse instintivamente. Pero en la escuela aún hay que interiorizarlo y, aunque debería conseguirse antes de llegar a sub-12, siempre quedan flecos. Para mí, junto a las actitudes adecuadas, sería lo más importante que podemos enseñar en la escuela.
Mantener el balón en las manos: se entiende que cuando se recibe un placaje o en un forcejeo y es, lógicamente, crucial y requiere poca explicación.
Conocer y usar la postura correcta en el contacto: es tanto por seguridad como por eficacia. Con una mala postura es fácil hacerse daño y difícil conseguir lo que se intenta (4). Podemos hartarnos de explicar (mal, al parecer) cuál es la postura correcta, pero muy pocas veces se usa. Demostrarles cómo aumenta su eficacia cuando la usan no parece conseguir grandes resultados.
Coger un balón y pasarlo (catch and pass) a derecha e izquierda: tampoco requiere mucha explicación. Además, ya sabemos que nuestro equipo tiene en mente mover mucho el balón, cosa imposible sin un mínimo de nivel en este aspecto. Los primeros partidos de la temporada han visto al equipo mover muy bien en balón (¡incluso brillantemente en algunos momentos!), pero aún hay mucho margen de mejora.
Placar y ruckear: o lo que podríamos resumir como implicarse físicamente en la recuperación/conservación del balón. Nuestro equipo no placa menos que la media, pero estamos muy faltos de implicación en el ruck, que será un punto clave a trabajar próximamente (5).
A partir de ciertas edades, el fitness, el estar bien en forma trabajando el físico, sería un elemento esencial. Nosotros lo sustituimos por la intensidad, que era un punto más de la lista a principio de temporada, equiparable al Esfuerzo, por eso he prescindido de él ahora; y también por acercar los componentes de la lista a la cifra mágica de tres.
En esta ocasión me ha resultado muy difícil reducir la lista a tan pocos elementos, porque veo muchas cosas que podríamos considerar realmente básicas para un/a jugador/a de rugby. De todas maneras, si me viera obligado a reducir sí o sí la lista a solo tres puntos, creo que podría hacerse un equipo en condiciones solo con jugador@s que supieran pasar el balón y que aplicaran gran intensidad en todo lo demás, más allá de la técnica con que lo hagan. Para completar el trío añadiría saber ocupar el campo.
Si l@s voltors salieran de la escuela con esto bajo el brazo consideraría que hemos hecho un gran trabajo. Ya veremos.
Y volvamos a hacernos la pregunta: en cuanto a la lista de las cosas que tod@ jugador/a debería saber hacer ¿soy un bulto, o soy un/a voltor? ¿Cuántos placajes soy capaz de hacer en un entrenamiento? ¿O en un partido? ¿Pongo la postura correcta para poder hacerlos? ¿Se me caen muchos balones? ¿Estoy donde tengo que estar en la jugada?
En definitiva: ¿ayudo a mi equipo aplicando estas cosas, o más bien le perjudico? Pero aún más importante: ¿cuánto me esforzando para conseguir hacerlo bien y ser alguien útil para mis compañer@s?
Y ya puestos, me extenderé un poco más. Para esta temporada tenía la intención de trabajar profundamente varias "mentalidades" (los mindsets), predisposiciones para ciertas actitudes en el juego:
- Mentalidad de offload: estar siempre preparad@s para dar un pase en cualquier circunstancia y para esperar un pase de un/a compañer@ también en cualquier circunstancia. Siempre con las manos a punto para ese catch-and-pass. Y digo siempre, en todo momento.
- Mentalidad de conquista: todo lo que se hace en un campo de rugby cuando no se tiene el balón se hace para recuperarlo. Conquistarlo. Tradicionalmente se suele considerar que las fases de conquista del balón son los agrupamientos estáticos (touch y melé) y los, llamémoslos así, dinámicos (ruck y maul). Vayamos más allá, comprendamos cuántas formas distintas hay de conquistar ese balón (6) y apliquemos en todas ellas esa mentalidad. Los placajes se hacen para obligar al equipo rival a soltar el balón por un momento; lancémonos a por él entonces. Cada balón suelto que rueda por el césped ha de lucharse como si nos fuera un campeonato en ello. Un chute al aire supone otra conquista a realizar.
- Mentalidad de contraataque: una vez recuperado el balón ha de usarse de inmediato y de forma adecuada. Se trata de dominar la transición de pasar de la defensa al ataque, o de reaccionar rápido a un golpe de castigo favorable, tomando las decisiones correctas en un segundo para fulminar al rival (7)
- Anticipación: l@s niñ@s ya saben lo que va a pasar en los siguientes 2 o 3 segundos de juego. Incluso l@s novat@s han jugado el tiempo suficiente como para anticiparlo, pero no tod@s hacen algo para aprovecharlo y eso es uno de los mayores dramas a los que nos enfrentamos. Cuando un/a jugador/a se anticipa a lo que está a punto de ocurrir cualquier acción que necesite hacer le será más fácil.
Hay una magnífica frase en inglés para encapsular esta mentalidad: action beats reaction. Es decir, LA ACCIÓN VENCE A LA REACCIÓN (así, con mayúsculas y todo). Si yo actúo sobre lo que está a punto de pasar tendré muchas más probabilidades de éxito que si reacciono a lo que ya está pasando. Muchas veces reaccionar supone llegar demasiado tarde. Hagamos que sean ell@s quienes tengan que reaccionar a nuestra anticipación.
Y, de nuevo, nuestr@s jugador@s deberían preguntarse: cuando juego a rugby, ¿tengo mentalidad de bulto, o de voltor? ¿Soy un bulto que reacciona tarde, o me anticipo y me responsabilizo? ¿Tengo hambre de balón? ¿No dejo escapar ni uno? ¿O dejo que bote o ruede a mis pies sin tirarme a por él? ¿Me acerco a recibir un balón con las manos preparadas, o siempre me sorprende que me llegue el balón aunque lo esté pidiendo? ¿Actúo rápido cuando recuperamos el balón? ¿O dejo la responsabilidad a otr@s y tardamos más en jugarlo?
Entonces, ¿eres un bulto que anda por el campo pasando el rato, o eres un/a auténtic@ voltor que se esfuerza y ayuda?
¿Y QUÉ QUIERES SER? ¿BULTO O VOLTOR?
* Por si esto lo lee alguien ajeno al catalán: 'voltor' significa 'buitre' y se pronuncia 'bultó'. Y por si lo lee alguien ajeno al club donde colaboro: ese es el apelativo que reciben nuestr@s jugador@s y simpatizantes.
Esta entrada se escribió cuando el blog estaba pensado jugadors y padres y madres de la categoría sub-12, que es la que entrenaba por aquel entonces. Además, refleja ideas que en muchos casos han evolucionado lo suficiente como para merecer reescribirla. De todas formas, prefiero conservarla tal cual y dejar que esa evolución se plasme en otras entradas más recientes, como por ejemplo esta, en la que volví a hablar de temas relacionados.
Sin embargo, el concepto que le da título ("¿Bulto o Voltor?") me parece que no solo sigue siendo válido, sino que puede serlo para cualquier categoría.